Una vieja leyenda cuenta que en las noches de luna llena, las hadas gustan reunirse en lugares alejados de toda presencia humana y danzar jubilosas en círculos en los prados circundados de bosques. Los sapos de los charcos cercanos se sientan extasiados alrededor de las hadas danzantes a contemplar su fantástico baile; en la mañana siguiente doquiera que se haya sentado un sapo aparece un hongo, formándose un hermoso círculo.
Si los sapos que asistieron a la danza de las hadas eran venenosos los hongos serán tóxicos; si no eran peligrosos, los hongos serán comestibles. Pero ¿cómo saber que sapo estuvo allí?...Hubo un tiempo en que toda clase de explicaciones fantasiosas se daban al origen de los “corros de hadas”. La gente creía, como afirma nuestra leyenda, que esos corros los producían las hadas al danzar y que cualquiera que se detuviera dentro del círculo estaría bajo su encanto. En Sussex, Gran Bretaña, se denominan “hag tracks” y se atribuyen a que los duendes que capturan los caballos jóvenes los montan en círculo; se dice que los caballos han sido “hag ridden”. Los irlandeses comenzaron a llamar a estas formaciones circulares de hongos, “fairy rings” que traducido al español significa “anillo de hadas”. Otros pueblos también relacionaban estas formaciones con las brujas, los duendes, los gnomos y demás seres mitológicos. En Francia, nadie debía entrar a un corro de hadas (cerclé de fées) porque se decía que podía ser atacado por enormes sapos venenosos. En Italia, desde hace mucho tiempo asocian estas formaciones fúngicas con el aquelarre de las brujas y las conocen como “cerchi delle streghe”.
Un ilustre testimonio de las supersticiones que rodeaban el origen de los corros lo proporcionó Shakespeare, quien en su obra “La Tempestad” se refiere a ellos como un fenómeno ocasionado por el paso de los duendes (Acto V, Escena 1) "you demi-puppets that by moonshine do the green sour ringlets make". Los corros de hadas se pueden apreciar incluso cuando el hongo todavía no ha producido las setas, y por ello mucha gente supuso que los anillos o círculos que observaban en la hierba eran el trabajo de topos, hormigas o zorros, o que eran causados por relámpagos, remolinos de viento, o bien por la orina de los animales. Se dice que la magia encerrada en la hierba de los corros era advertida por los carneros que procuraban no comerla. En épocas recientes se ha asociado la existencia de círculos en el pasto hasta con el aterrizaje de platillos voladores. Otras personas los relacionan con zonas de energía negativa por lo cual los hongos deben ser eliminados de inmediato.
Un método que es un tanto peligroso y en consecuencia poco recomendable, para ver a las hadas, es entrar a un corro en una noche de luna llena; una vez dentro se las verá danzando y cantando alegremente, pero siempre se debe mantener un pie fuera del círculo.
Si no se hace así, bailarás dentro del corro durante 7 días, 7 meses o quizás 7 años; aunque parecerá que han pasado sólo algunos minutos.
Suerte y felicitaciones por creer en las hadas.
fuente:Jesús Hernández-Investigador Efraín Moreno: Profesor
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